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jueves, 26 de abril de 2018

A TI




A ti, que amas mis cicatrices,
que pasas por ellas el dedo de la ternura
y las pronuncias
como el arte de las catedrales,
gótico, románico, dices.
A ti, que ves mi oscuridad
y la nombras alba.
A ti, que me ves cuando más me desdibujo
y recoges los pedazos
de la quebrada porcelana que soy en ocasiones.
A ti, que te encuentro siempre,
cuando incendio las distancias
y humedezco desiertos
que los demás ven en mi.
Te pongo nombre.

Begoña Abad

lunes, 19 de marzo de 2018

NADIE IMPORTANTE

Hay manos que no disparan gatillos, ni señalan, ni matan niños con hachas, ni condenan. 
Hay una mano de mujer que traza coordenadas y convoca palabras, apuntando al corazón, no sin asombro, para arrojar sobre él la claridad, la transparencia honda de su poesía. La voz sencilla y temblorosa de sentimientos de Begoña Abad deja en el que lee su poesía el estado del poeta.





NUNCA HICE carrera,
así que nunca fui nadie importante.
Porque vivir feliz no cuenta
y vivir sin especular tampoco.
Aprender a respetar la vida
como el bien más preciado,
no sólo la mía, también la de los otros
y hacerlo con la conciencia
de estar edificando algo sólido y hermoso,
sin escatimar en materiales ni en tiempo,
eso no cuenta en medio del caos,
el sálvese quien pueda.
No hice carrera porque cuidé de mis padres
y luego de mis hijos
y cuando acabé de hacerlo
aprendí a cuidar de mí
y eso me llevó mucho tiempo,
porque me había olvidado de lo que quería.
Una mujer de mi edad y sin carrera
no puede llegar a ser nadie importante,
sin embargo a mí no me importa
nada de lo que les importa
a los que imponen las normas
que permiten que el mundo
sea un pozo de desdicha oscura.

Begoña Abad



sábado, 17 de marzo de 2018

OTRAS FLORES DARÁN VIDA

EL PECECITO DE PATRICIA 




PARIR CON DOLOR

Te imagino doblada sobre tu vientre
sujetando la pena con las manos
esperando que la tierra
aceptara tu ofrenda de una vida sin vida.
El parto con dolor de tu dolor
por la pérdida del hijo,
como si fuera un pez ahogado de amor
en tus entrañas, en tus lágrimas de madre
que abandona el lugar donde te había soñado.
Te imagino como una raíz de la que tira la tierra
y el grito que produce ese desgarro de la vida.
Te quiero imaginar en las cinco horas del parto
en el jardín de la casa, te quiero imaginar...
Y las palabras que envolvieron
esa parte de ti que enterrabas con él.
La ceremonia hermosa de una despedida
sin que hubiera antes una bienvenida
una contradicción extraña,
que hiela el alma de la mujer que ha de vivirla.
Bendita la sangre que entregaste
para regar las flores que darán vida.
Tu llanto no es en vano,
todo el universo lo completa
y todos los vientres de todas las mujeres
lo hacen suyo,
para engendrar futuros brazos que sostengan
el dolor del resto de sus vidas.

Begoña Abad



miércoles, 14 de marzo de 2018

APACIENTO UN REBAÑO DE PALABRAS Y LAS PONGO EN ORDEN

No soy lo que tu ves
ni lo que piensas de mi,
ni soy lo que digo o pienso.
No hagas el esfuerzo de etiquetarme
no soy nada de eso.


Haz silencio, eso somos.



Se que te irás,
y si no lo haces seré yo quien me aleje,
porque ya conozco los caminos del hombre,
por eso escribo, para nombrarlos.
Pero las palabras pesan demasiado
o no caben en un sobre.
Apaciento ese rebaño en absoluta soledad,
en lo mas alto a donde he podido llegar
y aprendo a distinguir las sombras de la luz,
luego las pongo juntas y observo al hombre
para aprender a amarlo

Poemas de Begoña Abad

viernes, 9 de marzo de 2018

SUERTE LA MIA

Hasta que no llegaste no tuve casa.
Tú ni siquiera lo sabes.



A MIS PERROS

Suerte que tengo mala memoria
y olvido los agravios.
Suerte que tengo poco que perdonar,
suerte que he podido olvidar
que un día estuve tan triste
que me quise morir de pena,
y suerte que entonces
saltaste sobre mis piernas,
te acomodaste en ellas
y me ofreciste tu lomo
para que notara en él el latido de la vida.

Begoña Abad

domingo, 25 de febrero de 2018

NO ESTOY DE PASO



MI VIDA TIENE UN SENTIDO. NACÍ CON UN PROPÓSITO


Anezka Kasparkova




De la escritura y sus alrededores

Me levanto temprano
se queja el hueso y sus alrededores.
Bajo al huerto sin prisa
y comienzo a quita hierbajos,
entremedio me sorprende, a veces,
algún tallo valioso donde quizá
días después, o no, brote una malva.
Miro alrededor a mis antepasados
están frescas sus huellas
como las del corzo joven
que anduvo anoche por el huerto de la memoria.
Si el cielo anuncia sol, busco una sombra
que no sea de nogal, me lo enseño mi abuelo.
Y si barrunto lluvia me quedo al concierto
del tejadillo que escurre lento.
A veces, entremedio, soy feliz
porque nunca compré tierra
y sin embargo me fue dada.

Begoña Abad


martes, 26 de septiembre de 2017

LOS GESTOS DEL AMOR


¡Hay tantas maneras de querer y de decir te quiero!


En memoria de los padres que ya no están y sus mil maneras de decir te quiero. 


Poema de Begoña Abad

El aceite

En lugar de decirme te quiero,
mi padre me regalaba aceite
y mi madre me cosía la ropa.
Les domaron de niños de esta manera
y aún peor...
Nacer en aquel tiempo oscuro
en el que, a falta de pan,
se comían las palabras mejores
y olvidaban su significado.
Me ha llevado toda la vida
aprender su idioma,
pero me han quedado secuelas:
nunca coso por si acaso
y cuando miro el aceite
las manos me llevan a tu encuentro
y escribo poemas.
Para aprender a amar 
hay que nacer muchas veces.

miércoles, 30 de agosto de 2017

PONTE A SALVO


ASÍ NO



Bernardo busca entre probetas
la verdad que transforme el mundo.
Cuando no la encuentra, escribe poemas
en papeles reciclados
en cuyo envés hay informes sin reciclar.
Bernardo escucha conferencias o las da,
y cuenta pausadamente
las idioteces por centímetro cuadrado
que algunos profesionales, con corbata,
emiten al exterior como gases venenosos.
Bernardo está enfermo de amor y no lo sabe.
Por eso sigue creyendo
que sólo la sobredosis de poemas
puede cambiar el mundo,
incluso ese en el que los protocolos
indican el grado de canalla
y de especulador, que conviene tener
para seguir siendo triunfadores.

Para Bernardo Santos

Begoña Abad 


La industria farmaceutica necesita enfermos para satisfacer su codicia: nada nuevo. Lo cierto es que cada año van apareciendo enfermedades a las que ponen nombres raros y bautizan como "enfermedades raras", sin nosotros hacernos ninguna pregunta. También aceptamos con naturalidad el aumento progresivo de enfermos que en número y grado va creciendo día tras día. Las patologías que no son raras, las de siempre, se hacen crónicas en muchos pacientes; pero no importa, siempre hay una pastillita que "nos salva", para todo "hay un remedio" que obedientes corremos a buscar a la farmacia, sin nada cuestionarnos.  Tomamos lo que los médicos, con sus protocolos, nos recetan. Y cuando no queda más remedio nos resignamos, o lo ponemos en manos de la providencia o del destino. En todos los casos hay una responsabilidad y sobre todo una reflexión obligatoria: la nuestra.
No está mal que existan las medicinas ni que se tomen, benditas ellas en su justa medida y a su oportuno tiempo, y benditas las buenas prácticas médicas: las de los profesionales que la ejercen con conocimiento, integridad y humanidad, -la de los otros no.
Toda enfermedad tiene una causa, todos nosotros respuestas. Los medicamentos no lo curan todo, dañan nuestra salud cuando se toman en exceso, inadecuadamente o mal recomendados, cuando  se nos convierte en cobayas de sus pruebas y sus malas prácticas.
Las grandes empresas farmacéuticas no piensan en términos de salud ni bienestar, lo hacen como todas las multinacionales en intenciones productivas y de rentabilidad. Ellos crean, en gran medida,  las necesidades, enfermos que les aseguren beneficios con sus enfermedades "cuantos más mejor", también con la gente sana -clientes potenciales que reclutarán- a los que harán creer la conveniencia de consumir determinados fármacos -¡¡¡solo de venta en farmacias, claro, como no!!!- para  ayudarles "en nombre del bienestar y la salud"  "una vida más fácil, despierta y exitosa": falso.
Manejan la falsedad y la mentira "con voces en off creíbles e inductivas como toda la publicidad" con mecanismos, en los que son auténticos expertos y  cuya principal finalidad es mantener el listón productivo en lo más alto del ranking  y asegurarse así suculentos beneficios que den valor a sus acciones -no las benéficas- bursátiles.
Los fármacos y sus componentes  químicos, en muchos casos, lejos de mejorar nuestra salud, la dañan, y nos matan lentamente.  No hay mejor medicina que el conocimiento, y mejor terapia que la responsabilidad,  si no se quiere  "morir a destiempo", por intoxicación o perforaciones varias, por agresiones irreversibles de todo tipo, contraindicaciones, sobredosis, errores por falta de ética y responsabilidad, excesos,  y un largo y prolongado etcétera. Pero si lo que queremos es morirnos de gusto, mi recomendación es:  ingerir sobredosis de música y buenos poemas... también de besos y abrazos. 
Reanímate, despierta, traza un plan y ponte a salvo.   
                                                                                                Elena Larruy



domingo, 21 de mayo de 2017

COMPARTO CORAZÓN


Artista Oleg Oprisco


Comparto corazón.
Amplio, soleado, céntrico.
Dos ventrículos orientación sur.
Dos aurículas con vistas al interior.
Sin salida de incendios,
pero con amplia zona verde.
No tiene ascensor, vive a ras del suelo.
Llamar a cualquier hora,
no hacen falta referencias,
Precio a convenir.

Begoña Abad

jueves, 16 de febrero de 2017

DÉJAME VIVIR EN TU CORAZÓN

Será por que siempre anda abriendo puertas por lo que cuando  lees su poesía esta te acoge y envuelve, como el sépalo a la flor . Hace mía su voz y su herida y lo hace de manera entendible, entrañable y balsámica.

Me llamo Begoña, pero me llaman "rara" No escribo nada que no pudiera entender mi madre. Esa es mi medida de "lo importante", tanto en la forma como en el fondo. Se define así misma como una mujer sincera, honesta y desnuda. También dice de ella que es una herida que habla y que "estoy poeta" porque quiero, porque cada verso para mí es una reclamación de paz.
Pero a mí escribir me salva -concluye-. Esa es mi forma de estar en el mundo y también mi forma de querer y de ser“.

He elegido de su libro Estoy Poeta (o diferentes maneras de estar sobre la tierra) pequeños poemas, que nos  cuentan  como es ella y  su maravillosa manera de dejar huella con su voz y su talento poético. 

Begoña Abad





Sesenta y tres años

para plantar un Alepo,

escribir ocho libros,

tener dos hijos

y para saber lo que es,

por fin, amar a un hombre.






Si pudiera elegir

escribiría como tú:

todo luz.

Pero sólo tengo el brillo

de la noche que soy.





La transparencia,

la desnudez,

la mayor de mis fortalezas.





Vine a este mundo como aprendiz de amor

Todas mis desdichas suceden

cuando lo olvido

y me empeño en hacer algo más importante.





No sé por que escribo todavía,

Tantas palabras,¿ para qué?

Las más grandes hazañas

siempre las he hecho piel a piel,

sin palabras.




Ojalá me encontraras siempre

 dentro de ti.

Aunque la vida se empeñe

en convertirte en piedra.




Hasta que no llegaste no tuve casa.

Tu ni siquiera lo sabes




Hoy tendría suficiente

con un centímetro de tu piel

para dedicarle veinticuatro horas





El lado frío de la cama me recuerda

que sigues siendo invierno

y que yo soy casi siempre, primavera.




Ha de ser a fondo,

a fondo perdido,

que yo sea,

con todas las consecuencias.




Un último deseo:

déjame vivir en tu corazón

cuando me haya ido.

domingo, 5 de febrero de 2017

MADRE FOSIL


Djordje Prudnikoff


Con una tristeza como pan sin miga
me he despertado hoy
sabiéndote dolido y asustado
aunque nunca lo confieses
(tal vez ni lo sepas)
Sabiéndote en la batalla
que tú ignoras aún y yo presiento,
como te presentí en mi vientre,
una súbita alteración de mi orden me lo dijo.
Igual que entonces tejí tu bienvenida
elijo ahora lugares donde aguardar.
Que sé que has de alejarte
porqué llegó tu hora
y yo preparo con esmero
lo que has de llevar para el camino.
Saldrás de la aldea que fuí
y treparás riscos mientras yo desciendo
al infierno de tu ausencia.
Más manos quisiera ahora
para empujar tus alas,
y menos días para vivirte lejos.

Begoña Abad
Estoy poeta
(o diferentes maneras
de estar sobre la tierra)



MADRE FOSIL

Ojalá me encontraras siempre
dentro de ti
Aunque la vida se empeñe
en convertirte en piedra.
Begoña Abad

Djordje Prudnikoff


DEFINICIÓN DE HIJO

Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje. Sí, ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿Perder? ¿Cómo ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo... El más preciado y maravilloso préstamo ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por sí mismos, luego le pertenece a la vida, al destino y a sus propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos.

José Saramago


sábado, 28 de enero de 2017

NACER ARROYO


Nacer arroyo, aprovechar los arroyos que se suman a tu caudal y llegar al mar teniendo algo que aportar.


Capullo de Peonía


                                                                                 La poesía de  Begoña Abad

 


Mater Amabilis  


Mi madre no recuerda el nombre de su madre.

Ha olvidado el camino de regreso a la vida,

no sabe usar el peine, ni la cuchara,

se pone, casi siempre, la chaqueta al revés

y revuelve cajones en su memoria,

pero siempre sonríe al escuchar mi nombre.

Mi madre no recuerda si tuvo algún amante,

si ha viajado muy lejos, si ha perdido algún tren,

dónde están sus anillos, si alguna vez fue guapa,

que le gustaba tanto el Chinchón y el café,

que las letras unidas tienen significado

y que el perro que amaba nos dejó ya hace un mes.

Mi madre me recuerda, sin amargura,

lo que yo he olvidado tan tontamente,

la oración de su abuela que me dormía

las canciones de cuna que me cantaba,

y unas romanzas moras que, en letanía,

desgrana mirando por la ventana.

Mi madre y yo sujetamos recuerdos olvidados

como podemos, a veces con dolor,

otras con risas, siempre con esperanza.


 



LA MEDIDA DE MI MADRE


No sé si te lo he dicho:
mi madre es pequeña
y tiene que ponerse de puntillas
para besarme.
Hace años yo me empinaba,
supongo, para robarle un beso.
Nos hemos pasado la vida
estirándonos y agachándonos
para buscar la medida exacta
donde poder querernos.




NO NECESITO UN HIJO QUE ME QUIERA



No necesito un hijo que me quiera,

ni que sea feliz, ni hermoso,

ni que triunfe y me sonría,
ni un hijo que me cuide,
me proteja, me tutele.
Necesito, simplemente,
un hijo que me sobreviva
y al que poder amar hasta el final.
Si me faltara,
¿qué haría yo con tanto amor
como me crece para él
cada mañana?








 NO TENGO




No tengo hipoteca, no tengo dueño.
No tengo coche, no me conducen.
No tengo título, no me admiran.
No tengo grupo, nadie me retiene.
No tengo deseos, nada me ata.
No tengo sexo, nadie me entiende.
No tengo futuro, soy dueña del hoy.
No tengo resentimiento, nadie me inquieta.
No tengo deudas, nadie me persigue.
No tengo dioses, nadie me condena.
Soy demasiado mayor para estas cosas,

por eso soy obscenamente feliz.



Begoña Abad


Nací para aprender y saberlo me mantiene humildemente feliz y eternamente asombrada.

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