miércoles, 4 de octubre de 2017

CAMBIO DE VIDA











Cuento de María CarvajalCambio de vida




David vivía felizmente con su mujer en una masía rodeada de prados azules. Era leñador y propietario de una fábrica de sonrisas de madera que su padre, antes de morir, le había dejado en herencia. De él heredó también dos inmensas fincas de tierras fértiles en la ladera del monte. Allí sacaba todos los años una buena cosecha de jamones y huevos de corral.


Lourdes, su mujer, le ayudaba en las tareas del campo y cuidaba el jardín de flores de plástico que rodeaba la enorme casona. Tenían un perro llamado Gato que cazaba ratones y comía pescado.

Como David y Lourdes no podían concebir hijos, cuando ella se quedó embarazada dio a luz un bonito jarrón de cerámica portuguesa que cuidaron con cariño desde el día de su nacimiento.

Pero el leñador estaba cansado de ser tan feliz y decidió que quería dar un vuelco a su vida. Así que habló con su mujer para plantearle su deseo:

–Mira, Lourdes –reflexionó–, llevamos queriéndonos demasiado tiempo y además no tiene remedio porque cada día nos queremos más. Esto no puede seguir así.

–Pero, cariño –replicó la mujer–, si quieres podemos enfadarnos de vez en cuando, solo tienes que decírmelo.

–No, mi amor, no se trata de eso –balbuceó David–. Es por todo en general. Estoy cansado de la fábrica de sonrisas, de que todo nos vaya tan bien, tanta felicidad me abruma… y luego las cosechas… son las mejores del mundo. ¿Crees que podemos aguantar toda la vida recibiendo premios por la calidad de nuestros jamones? ¿Cuándo acabará tanta armonía?

–David, saldremos de esto –aseguró Lourdes–. Te lo prometo.

–No repliques, querida, la decisión está tomada. Cada vez lo veo con más claridad. Mi deseo es irme de aquí. No tengo más que decir.

Al cabo de los días, David abandonó a su mujer y a su jarrón de cerámica portuguesa y se fue a la capital con una maleta llena de nada. Allí alquiló un carísimo apartamento de treinta metros cuadrados con unas preciosas vistas al patio de luz.

En el terreno laboral tuvo la suerte de encontrar un estupendo trabajo basura en una pizzería, donde le hicieron un contrato de prueba de tres meses.

Lourdes le llamaba todos los días, pero él llegaba tan agotado a casa después de sus diez horas de trabajo que nunca tenía fuerzas para llamarle.

Tras nueve jornadas de intenso esfuerzo, por fin llegó su día libre, y justo esa mañana cuando se disponía a llamar a Lourdes, ésta se adelantó:

–David, amor, ¿por qué no has respondido a mis llamadas? Deja tu orgullo y vuelve a casa, nuestro jarrón te echa de menos y yo también –suplicó–. Me siento tan sola con la compañía del repartidor de leche. Únicamente pasa las noches conmigo y por el día te añoro tanto…

–Lourdes, mi vida, estoy bien. Por fin soy infeliz, tengo un trabajo de mierda, vivo en una caja de cerillas, gano cuatrocientos euros al mes, no me hablo con ninguno de mis vecinos, tú te acuestas con el fornido lechero, y por si fuera poco estoy lejos de la gente que quiero. ¿Qué más puedo pedir?

–Cariño, vuelve, por favor –rogó la mujer llorando–. Hasta mis preciosas flores de plástico se han marchitado, yo sola no puedo podar los jamones y los árboles no tienen a un leñador que les acaricie con el hacha…

–No insistas, Lourdes. ¿No ves que aquí puedo sentirme realizado? Además, vosotros estáis mejor sin mí y el repartidor de leche sabe cuidar bien de ti…

–Está bien, David, ya veo que te has convertido en un egoísta. Tú sólo piensas en nuestra felicidad, sin importante cómo podamos sentirnos. No tengo nada más que decirte.

Lourdes, tajante, colgó el teléfono sin darle oportunidad de réplica a David. Un rato después sonó de nuevo el teléfono. Era el encargado de la pizzería. Le pidió a David que fuera a trabajar para cubrir la baja de un compañero que había enfermado. David salió de casa y durante el trayecto de hora y media hasta la pizzería estuvo pensando lo afortunado que era por tener una vida llena de motivaciones.
Blogs
Un cuento, una sonrisa, un cambio, una dirección, un absurdo...pero juntos.

martes, 3 de octubre de 2017

FICHA DE IDENTIDAD


Autora Marlina Vera

Poemas de Jeanette Miller


SI SOBREVIVO

Si sobrevivo,
a los enormes ratones peleando por las sobras,
a los mosquitos portadores del SIDA,
a la comida podrida por los apagones,
a los olores agrios por la falta de agua,
a los jóvenes verdes, moribundos, por la garra del hambre,
a los esqueletos que agreden en las esquinas y te maldicen,
al morbo de los noticieros,
a la prostitución de los políticos,
a no tener modelos que dar a nuestros hijos,
a la falta de amor y de justicia
al tiempo que te perfora el rostro, los dientes y las ganas,
al ruido callejero,
a la agresión humana,
a contar las monedas temiendo la escasez,
al sol opaco y polvoriento que marca las mañanas...
Si sobrevivo ,
me doy por satisfecha.


YOGRAFÍA

Yo
que necesito plantas, luz
palabras de ternura
que me siento a pensar en mi desgracia a plena tarde
medio masoquista
fea
profesora
Yo
que sólo con palabras me presumo
me palpo
me proyecto
interpongo ideas a la carne
levanto largos muros de metal frío, devorante
entre otros y
yo
que tengo miedo a la locura, al vino, al entregarme
agarro mis recuerdos
una niña gorda, inútil, solitaria
casas de muñeca y tacitas de té
ráfagas de aire y de suspiros
entre mi abuelo no abuelo y sin mi padre
Yo
que encuentro en Franklyn, Juan Francisco y otros
eso terrible que no tuve
que sé disponer letras, sílabas y nombres
cuidadosamente, agresivamente
Yo
estoy harta de mí.


SOLA

En medio del gentío eres nadie.
Pasan cuerpos y caras
Buscas rasgos conocidos y chocas con el drama de la muerte
lenta,
sorpresiva al principio.
No hay hijos,
No hay nietos.
No hay nadie.
Sólo la violencia arropando el ambiente como una nube negra.
La violencia total.
Tiros.
Puñaladas.
Violaciones.
Asaltos.
Charcos de sangre podrida.
Moscas sedientas de carne amoratada…
Tratas de avanzar y
te pisan,
te empujan,
te chocan,
te jalan la cartera…
La luz,
que parece inalcanzable,
se vislumbra más allá
de un plafón manchado de tierra polvo.




La autora

domingo, 1 de octubre de 2017

DONDE VOY ES A MI



En la tierra de nadie

En la tierra de nadie, sobre el polvo
que pisan los que van y los que vienen,
he plantado mi tienda sin amparo
y contemplo si van como si vuelven.

Unos dicen que soy de los que van,
aunque estoy descansando del camino.
Otros «saben» que vuelvo, aunque me calle;
y mi ruta más cierta yo no digo.

Intenté demostrar que a donde voy
es a mí, sólo a mí, para tenerme.
Y sonríen al oír, porque ellos todos
son la gente que va, pero que vuelve.

Escuchadme una vez: ya no me importan
los caminos de aquí, que tanto valen.
Porque anduve una vez, ya me he parado
para ahincarme en la tierra que es de nadie.


Carmen Conde




martes, 26 de septiembre de 2017

LOS GESTOS DEL AMOR


¡Hay tantas maneras de querer y de decir te quiero!


En memoria de los padres que ya no están y sus mil maneras de decir te quiero. 


Poema de Begoña Abad

El aceite

En lugar de decirme te quiero,
mi padre me regalaba aceite
y mi madre me cosía la ropa.
Les domaron de niños de esta manera
y aún peor...
Nacer en aquel tiempo oscuro
en el que, a falta de pan,
se comían las palabras mejores
y olvidaban su significado.
Me ha llevado toda la vida
aprender su idioma,
pero me han quedado secuelas:
nunca coso por si acaso
y cuando miro el aceite
las manos me llevan a tu encuentro
y escribo poemas.
Para aprender a amar 
hay que nacer muchas veces.

viernes, 22 de septiembre de 2017

QUE PENA QUE A LA RAZÓN NO LE QUEPA NINGUNA DUDA



No creo que la paz y la justicia que merezco, y a la que aspiro, la puedan defender y mucho menos sostener ningún argumento de los que defiende el independentismo Catalán. Tampoco los que se oponen a él con las mismas herramientas y conductas de posicionamiento y opinión: hostiles y enfrentadas. Fuerzas condenadas a no entenderse jamás. Con visiones y argumentos apoyados en memorias históricas partidistas y territoriales, justificados por ideales honorables de dudosa procedencia, tras los que se esconde, siempre, un ambicioso entramado de poder y dominio:

  "Yo merezco más que tú, porque soy diferente. Pertenezco a otra clase, tengo la cultura que a ti te falta: inteligencia, capacidad y elegancia. Víctima ya fui. No quiero ser el sirviente de nadie. Obtengo más riqueza. Tengo más arte,  y hasta puedo tener más gracia". 
Aforismos de una historia que separa y divide a la humanidad desde los tiempos de Adán y Eva.
Yo tengo identidad, procedencia y orgullo, y no tengo un Sí colgando en mi terraza, ni  una bandera de ningún color. Tampoco tengo el No, ni soy, ni pretendo ser ningún ejemplo,  y por eso me niego a estar en la oposición donde por defecto se colocan a los silenciosos. No estoy en el  sofá de mi casa "viéndolas pasar" como algunos opinan y piensan. Mi mente activa, reflexiva y pacífica, emite hondas, y le dice a la  boca: mantente cerrada. Porque esta  es la manera de pronunciarse de muchos de "los otros" aquí y ahora: el callar y esperar de los que no se oponen ni están por la causa.

¿Mi causa? ¿Mi fundamento? ¿Mis principios?,  uno de ellos: amor a la vida, la mía y la de los otros. Mi patria: mi familia. Mi bandera tiene los colores de la inquietud, la irreverencia y la desobediencia necesaria para salir a pelear con respeto y paz por un sistema político demócrata justo y punto, compuesto por hombres y mujeres íntegros y otro punto, que defiendan mi patrimonio, el de todos: la inteligencia, el amor, la riqueza y la belleza, sin franquicias ni franquiciados, punto final. ¿Hay alguna fuerza veraz y capaz de movilizarme?
                                                                                                                     Elena Larruy


miércoles, 13 de septiembre de 2017

CONFÍA EN LO QUE SIENTES

Artista Isabel Miramontes

A menudo para entender los significados y  símbolos de todo tipo necesitamos dar reposo al intelecto, vaciarlo de datos y dejarlo ir. El inconsciente experimentado -maduro- responde a un programa inteligente que se construye y organiza espontáneamente, que no necesita de análisis y razonamientos para dar con las respuestas acertadas.







Cuando recogemos una pelota que acabamos de lanzar al aire, ese cálculo físico-geométrico el inconsciente ya lo tiene resuelto y su respuesta es automática de manera que no necesita pararse a hacer mediciones ni reflexiones. Esto demuestra que no es necesario desarrollar un razonamiento previo para obtener respuestas inteligentes y precisas. Así es como funcionan las mentes intuitivas: con instinto.






Otra cosa diferente es la confianza y los hábitos de comportamiento de la mente. Es un error querer entender la intuición desde la lógica de un pensamiento estructurado, sin margen de confianza.  Las mentes excesivamente viciadas de información y de datos que no atienden al sentimiento intuitivo son inteligencias a medias, que no gozan de la excelencia.







La intuición es la respuesta a un complejo proceso experiencial que actúa alumbrando en un salto cuántico: inteligencia en acción inmediata, por lo que se puede afirmar  que la intuición es talento. 





Despertar el latido, el palpito, la corazonada, la voz interna que nos ahorra búsquedas, debates, juicios y argumentos: esa es la prueba. Sabemos que estamos en lo cierto, con claridad meridiana, cuando de forma inmediata ante un acontecimiento que necesita respuesta, la obtenemos antes de formular expresamente la pregunta.








Pero cuando tenemos dudas sobre el presentimiento, y dialogamos con la razón ¿será cierto?  la respuesta -lógica, coherente y razonada- sí que puede fallarnos y no ser la cierta, ¿y por qué? por interferencias y conveniencias  del intelecto. La intuición no se equivoca:sabe y lo sabe de antemano.






Y por experiencia propia sé que en cualquier decisión, primero se atiende el impulso del corazón, después se pregunta a la mente y una vez hechas las reflexiones oportunas determinaremos que la intuición nunca miente.

  







Despertemos pues la intuición. No siempre es fácil, a menudo sentimos respuestas que nos negamos a aceptar por no ser las que esperamos oír. Escuchar lo que nos dice el corazón y la intuición requiere coraje decía Esteve Jobs.







Os animo a confiar en este valioso conocimiento que es la intuición, os aportará seguridad, inmediatez, certeza y oportunidad.






Personalmente lo sé por experiencia y  por tenerlo bien  contrastado con otras voces que merecen mi credibilidad. Aquí os dejo una máxima de una de ellas.


                                                                                                                                                            ELENA LARRUY




La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado el regalo.
Albert Eitein





"CONFÍA EN LO QUE SIENTES MÁS QUE EN LO QUE PIENSAS"



               MIS AFORISMOS SOBRE LA INTUICIÓN


lunes, 4 de septiembre de 2017

BORRA DE MI ESTA TRISTEZA

Marc Chagall

SONATA PARA VIOLÍN SOLO
(Juan Sebastián Bach)

Como la mano pura que graba en las paredes
mensajes obsesivos de amor,
sueños cifrados,
así
la trayectoria cruel de este cuchillo
me está marcando el alma.

Mas su caligrafía no es oscura
ni inocente:
bien claro deletrea
la obscenidad del tiempo, sus siniestros
designios.
¡Qué desgracia!
Ahora,
cuando salga a la calle,
cualquiera
podrá ver en mi rostro
—lo mismo que en las piedras profanadas
de un viejo templo en ruinas—
los nombres, los deseos, las fechas que componen
—abandonado todo a la intemperie—
el confuso perfil de un sueño roto,
el símbolo roído de una yerta esperanza.


A.Gonzalez



Borra de mi esta tristeza
por Luis Pastor y familia



miércoles, 30 de agosto de 2017

PONTE A SALVO


ASÍ NO



Bernardo busca entre probetas
la verdad que transforme el mundo.
Cuando no la encuentra, escribe poemas
en papeles reciclados
en cuyo envés hay informes sin reciclar.
Bernardo escucha conferencias o las da,
y cuenta pausadamente
las idioteces por centímetro cuadrado
que algunos profesionales, con corbata,
emiten al exterior como gases venenosos.
Bernardo está enfermo de amor y no lo sabe.
Por eso sigue creyendo
que sólo la sobredosis de poemas
puede cambiar el mundo,
incluso ese en el que los protocolos
indican el grado de canalla
y de especulador, que conviene tener
para seguir siendo triunfadores.

Para Bernardo Santos

Begoña Abad 


La industria farmaceutica necesita enfermos para satisfacer su codicia: nada nuevo. Lo cierto es que cada año van apareciendo enfermedades a las que ponen nombres raros y bautizan como "enfermedades raras", sin nosotros hacernos ninguna pregunta. También aceptamos con naturalidad el aumento progresivo de enfermos que en número y grado va creciendo día tras día. Las patologías que no son raras, las de siempre, se hacen crónicas en muchos pacientes; pero no importa, siempre hay una pastillita que "nos salva", para todo "hay un remedio" que obedientes corremos a buscar a la farmacia, sin nada cuestionarnos.  Tomamos lo que los médicos, con sus protocolos, nos recetan. Y cuando no queda más remedio nos resignamos, o lo ponemos en manos de la providencia o del destino. En todos los casos hay una responsabilidad y sobre todo una reflexión obligatoria: la nuestra.
No está mal que existan las medicinas ni que se tomen, benditas ellas en su justa medida y a su oportuno tiempo, y benditas las buenas prácticas médicas: las de los profesionales que la ejercen con conocimiento, integridad y humanidad, -la de los otros no.
Toda enfermedad tiene una causa, todos nosotros respuestas. Los medicamentos no lo curan todo, dañan nuestra salud cuando se toman en exceso, inadecuadamente o mal recomendados, cuando  se nos convierte en cobayas de sus pruebas y sus malas prácticas.
Las grandes empresas farmacéuticas no piensan en términos de salud ni bienestar, lo hacen como todas las multinacionales en intenciones productivas y de rentabilidad. Ellos crean, en gran medida,  las necesidades, enfermos que les aseguren beneficios con sus enfermedades "cuantos más mejor", también con la gente sana -clientes potenciales que reclutarán- a los que harán creer la conveniencia de consumir determinados fármacos -¡¡¡solo de venta en farmacias, claro, como no!!!- para  ayudarles "en nombre del bienestar y la salud"  "una vida más fácil, despierta y exitosa": falso.
Manejan la falsedad y la mentira "con voces en off creíbles e inductivas como toda la publicidad" con mecanismos, en los que son auténticos expertos y  cuya principal finalidad es mantener el listón productivo en lo más alto del ranking  y asegurarse así suculentos beneficios que den valor a sus acciones -no las benéficas- bursátiles.
Los fármacos y sus componentes  químicos, en muchos casos, lejos de mejorar nuestra salud, la dañan, y nos matan lentamente.  No hay mejor medicina que el conocimiento, y mejor terapia que la responsabilidad,  si no se quiere  "morir a destiempo", por intoxicación o perforaciones varias, por agresiones irreversibles de todo tipo, contraindicaciones, sobredosis, errores por falta de ética y responsabilidad, excesos,  y un largo y prolongado etcétera. Pero si lo que queremos es morirnos de gusto, mi recomendación es:  ingerir sobredosis de música y buenos poemas... también de besos y abrazos. 
Reanímate, despierta, traza un plan y ponte a salvo.   
                                                                                                Elena Larruy



lunes, 28 de agosto de 2017

LA ANTIAYUDA

En estos tiempos de tanto libro de autoayuda, de crecimiento personal, de pensamiento positivo y de buenrrollismo fundamentalista, el Libro del desasosiego le asesta al lector bien intencionado que se atreva a asomarse a sus interioridades un certero puñetazo a la boca del estómago. Y lo hace desde el primer fragmento... "el corazón, si pudiera pensar, se pararía" y también: "considero la vida como una posada donde tengo que esperar hasta que llegue la diligencia del abismo. Para todos nosotros caerá la noche y llegará la diligencia"... se puede leer precisamente en ese primer fragmento del libro original. ¿Se imaginan espetándole esto al típico  vecino con el que nos encontramos en el ascensor y que nos pregunta: "¿Qué tal todo?", o nos dice: "Parece que va a llover"...
Pues de la procesión que va por dentro, de eso trata el Libro del desasosiego. Sin concesiones ni treguas. Y autocomplacencia, la justa. Por eso es tan hermoso el canto que le hace a lo efímero del momento. Por eso es paradojicamente tan vitalista.




Pintura de Hermenegildo Sábat


Cuando ayer me dijeron que el dependiente del estanco se había suicidado, tuve la sensación de que era mentira. ¡Pobrecillo, él también existía! Nos habíamos olvidado todos de eso,  tanto los que lo conocíamos como los que no llegaron a hacerlo. Mañana lo olvidaremos mejor.  Pero tenía alma, la tenía, para haber llegado a matarse. ¿Pasiones? ¿Angustias?  Sin duda... Para mi, sin embargo, como para el resto de la humanidad, solo queda el recuerdo de una sonrisa estúpida por encima de una chaqueta de mezclilla, sucia y con hombreras desiguales. Es cuanto me queda, a mí, de quien sintió tanto que se mató de sentir, porque, en fin, no hay nadie que se mate por otra cosa... Una vez pensé, al comprarle cigarrillos, que pronto iba a quedarse calvo. Al final, no le dio tiempo a perder el cabello. Es uno de los recuerdos que de él me quedan. ¿Y qué otro habría de quedarme si este, al fin y al cabo, no es de él sino de un pensamiento mío?
Tengo de repente la visión del cadáver, del ataúd en que lo metieron, de la tumba, totalmente ajena, a la que debieron de haberlo trasladado. Y veo, de pronto, que el dependiente del estanco era, en cierto modo, con su chaqueta desigual y todo, la humanidad entera.

Fernando Pessoa

Libro del desasosiego
Un día en la (no) vida de Bernardo Soares
Antología, Introducción y traducción de Luis Morales

jueves, 24 de agosto de 2017

UNA MUJER SIN NOMBRE


“Mi vida ha transcurrido en algún sitio…”


Berit Hildre


Poesía de Anna Ajmátova    

Mi vida ha transcurrido en algún sitio
del que yo estaba ausente.
¡Cuántas veces se levantó el telón
y la escena vacía
en vano ha esperado por mí!
¡Cuántas veces
tendió el amor los brazos
hacia mi cuerpo trémulo
y abrazó solo arena,
una mujer sin nombre,
mientras yo sonreía en otra parte!
A mis mejores amigos
los perdí en algún recodo del camino
antes de haberlos encontrado.
Conozco palmo a palmo una ciudad
y nunca he estado en ella.
Me han conmovido hasta las lágrimas
mares que nunca he visto,
versos que nunca he escrito,
un rostro en el espejo,
que era el rostro de mi madre
y el de la hija que no tuve
y el de una desconocida
que me miraba con extraño amor,
pero nunca era el mío.
Alguien que se llevó mis risas,
me ha dejado sus lágrimas.
¿De quién son estas lágrimas,
de quién este dolor
que me traspasa un pecho que no es mío?
Me han robado mi vida,
no lloréis en mi tumba. En ella yace,
bajo mi nombre, una desconocida.


Traducción de María Teresa León


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